Un trasplante cardíaco sustituye el corazón del paciente por el corazón de un donante. Los síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden mejorar mucho o incluso desaparecer. El trasplante cardíaco como opción de tratamiento presenta sus propios problemas.
Por ejemplo, los pacientes de trasplante cardíaco tienen que tomar medicamentos todos los días para impedir que el organismo rechace el nuevo corazón. Entre los efectos secundarios de estos medicamentos se incluyen la diabetes, la enfermedad renal y la presión arterial alta. Los pacientes de trasplante cardíaco también presentan un mayor riesgo de sufrir una infección y cáncer.
Se abre en una nueva ventanaFuente